Sandra es una gran saxofonista de 27 años, altanera, preciosa y orgullosa, como dice la canción.
Empezó a formar parte de la U. M. El Pendón en el año 2006 y a su vez estudió un profesional de conservatorio, convirtiéndose así, en la actualidad, en profesora de música.
Y que no quede decir que las alteraciones bien dadas son su gran pasión.